Back

Historia de la profesión de Gestor Administrativo

UN CAMINO, DE CASI UN SIGLO, MARCADO POR LA RESILIENCIA

 

 

El origen de la profesión que hoy conocemos como Gestor Administrativo, con sus características y funciones, proviene del Decreto de 28 de noviembre de 1933; incluyendo así en la sociedad y en la Administración Pública esta denominación para los profesionales que ya ejercían como Agentes de Negocios.

Deberíamos tener en cuenta, según fuentes históricas, que la primera figura se remonta a la Época Medieval, por allá en el siglo XV con los Solicitadores; también conocidos como Tinterillos o pica-pleitos. Las primeras referencias normativas a esta figura en España se encuentran durante el reinado de los Reyes Católicos, en 1476, momento en el que éstos intermediaban en la Corte junto a los abogados y procuradores; incluidos todos como ejercientes en el ordenamiento jurídico de la época, sin embargo, por esas fechas se estipulaba que podían: “aceptar cargo de negociadores […] siempre que no lleven retribución ni cosa alguna por tales negociaciones.” (NOVISIMA RECOPILACIÓN, 1805).

Es con el desarrollo del Estado y la aparición de sus aparatos burocráticos complejos, cuando el ejercicio de esta profesión cobró importancia habiendo alcanzado previamente, entorno a la segunda mitad del siglo XVII, una mayor valía a su labor gracias al establecimiento de normativas que citaban la remuneración legal de los, por aquel entonces ya conocidos, Agentes de Negocios, como una especialización de los Solicitadores; siempre relacionada con el comercio de las Indias. Y posteriormente, a comienzos del siglo XX, con la Real Orden Circular del Ministerio de Fomento de 9 de mayo de 1919, se prohibió oficialmente a los funcionarios del Estado ejercer como Agentes de Negocios por incompatibilidad en funciones, y se exigió a estos últimos la colegiación junto a la titulación justificada con el pago de la contribución industrial en el Ministerio de Hacienda, frenando así el intrusismo profesional.

Ha sido una trayectoria de mucho empeño y persistencia con tal de desarrollarse profesionalmente, adaptándose a los constantes cambios de las diferentes épocas. Si partimos de la experiencia de varios Gestores Administrativos, quienes nos recuerdan que no hace mucho la tramitología tenía “otros matices”, nos damos cuenta que se iba a otro ritmo; rememorando las máquinas de escribir manuales, con grandes carros, para poder confeccionar los seguros sociales, las máquinas de sumar manuales, el famoso “canon de coincidencia”, las colas que se hacían para los visados de tarjetas de transporte y las matrículas de vehículos. Recuerdan también la puesta en marcha de las pegatinas de Hacienda, inclusive anécdotas como escuchar una vez a un Sr. Ministro decir “que eso sólo lo podían hacer los Gestores”. Conocían a todos los funcionarios de las administraciones.

Ahora, todo es diferente, no hay colas, se pide cita para cada trámite, se trata con las administraciones autonómicas, con frecuencia una cara diferente para los funcionarios, no hay máquinas de escribir ni de sumar sino ordenadores con correo electrónico que sustituyen el correo postal con los sellos “de nefasto sabor”. En esta Era Digital se puede actuar desde el despacho con la mayor parte de las administraciones de todo el territorio nacional, y menos mal porque con los volúmenes en los que se mueven hoy en día las gestorías, necesitaríamos más trabajadores colaboradores que soldados tiene el ejército, si no dispusiéramos de ordenadores.  Afortunadamente la evolución de los Gestores Administrativos ha sido imparable, desde aquellos eternos papeles que ocupaban mesas enteras para hacer una simple gestión hasta la comodidad actual con la entrada de las nuevas tecnologías y el ahorro de tiempo y papel tan necesarios en nuestras vidas, además del valor otorgado a su labor profesional. A partir de los años 60 los gestores ya debían superar unos exámenes u oposición a la que podían acceder tras acreditar que contaban con un título universitario superior; teniéndose más en cuenta su preparación que sus buenas relaciones con el funcionariado.

Todo el movimiento actual entorno a la profesión de Gestor Administrativo, máster universitario y los recientes convenios de Extranjería, de la Dirección General de Tráfico, entre otros, nos confirman que somos de los colectivos más profesionalizados tecnológicamente en la actualidad. Nuestros despachos están conectados a las Administraciones Públicas con el fin de acercar la Administración al ciudadano, verdadero eje de nuestra actividad. La tramitación telemática fue un hito que permitió situar a los Gestores Administrativos en un lugar de excepción en la nueva era de la e-administración de España hasta el punto de que ésta delegue actividades propias en el Colegio Oficial de Gestores Administrativos de cada demarcación.

El camino de nuestra profesión continúa fijando su atención en innovar y seguir abriendo nuevas vías de negocio sin perder de vista nuestro principal objetivo: asesorar eficientemente a los ciudadanos y a las empresas que depositan su confianza en los gestores administrativos hasta convertirnos en una referencia de la eficacia profesional.

Compartir post