¡Ya es oficial! La Agencia Tributaria no va a perseguirte durante períodos que parecen interminables fallando procesos hasta tal punto que acabes pagando por hartazgo más que por considerarlo justo.
El Tribunal Supremo ya le ha puesto un límite de fallos a Hacienda. A continuación, te contamos cómo se llegó a este punto y cuál es ese límite que favorece a cada uno de los contribuyentes.
¿Qué pasó para que se “destapara” esto?
Tres hermanos gallegos tuvieron que enfrentarse a cuatro liquidaciones del Impuesto sobre Sucesiones.
¡Sí, cuatro! Como a muchos otros contribuyentes en diversos casos, algo lamentablemente muy común (hasta ahora), pero en esta ocasión ellos no se quedaron quietos y el TS tampoco.
Cada vez que un Tribunal anulaba una, la Administración lo volvía a intentar con otra. Hasta que el primero dijo basta y se llevó a cabo un recurso de casación, dicho de una forma más clara para que puedas entenderlo bien; es un recurso extraordinario que tiene como objetivo revocar una sentencia judicial que contiene una incorrecta interpretación o aplicación de la ley.
¿Qué límite sentenció el Tribunal Supremo para este caso con Hacienda?
El TS dictaminó la sentencia de 29 de septiembre de 2025 (recurso de casación nº 4123/2023), en la cual permite el “doble tiro”, tan conocido en la comunidad jurídica, es decir, en este caso podría ATRIGA (Agencia Tributaria de Galicia) emitir una nueva liquidación tras una anulación, la cual puede tener sentido en determinadas circunstancias. Sin embargo, no llegar a iniciar un mismo proceso cuatro veces. Ejemplo que se aplica en general, por lo tanto, esta sentencia beneficia a todas las Comunidades Autónomas.
Y lo hizo con una frase que marca precedente:
“No es admisible conceder a la Administración una oportunidad indefinida de repetir actos administrativos de gravamen hasta que, al fin, acierte en perjuicio de los ciudadanos”.
La seguridad jurídica no puede ser selectiva. El principio de legalidad no puede tener doble rasero. Si el Supremo exige a Hacienda no pasarse de la raya, el resto de la Administración debería tomar nota.
Cabe ahora recordar las palabras de Fernando J. Santiago Ollero, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Gestores Administrativos de España, sobre este tema y otros relacionados; “Este no es solo un problema de normas. Es una cuestión de cultura administrativa. No se trata de castigar a la Administración, sino de exigirle lo mismo que se exige a cualquier ciudadano. Lo contrario es abrir la puerta a una asimetría intolerable, en la que quien tiene el poder de interpretar, sancionar, recurrir y volver a empezar una y otra vez siempre gana por desgaste”.
En conclusión, quédate con la base de toda esta historia; el logro de esos tres hermanos que nos beneficia a todos; Hacienda puede fallar un máximo de dos veces, por lo tanto, se le permite emitir una segunda liquidación tras haberse anulado la anterior, mas no cuenta con una tercera vez, gracias a la sentencia del Tribunal Supremo el pasado mes de septiembre.
Vamos viendo la luz en una realidad que esté compuesta por un equilibrio de exigencias y derechos entre la Administración y cualquier ciudadano.
Seguimos tomando acción, como profesionales en la Gestoría Administrativa para apoyar estas causas y otras que mejoren los sistemas administrativos con tal de optimizar la calidad de vida empresarial y personal de todos.
